Snickerdoodles Cookies, y a ti ¿Qué te apasiona?

 

   Todo aquel que me conoce, sabe que soy una melómana empedernida desde que tengo uso de razón y, seguramente, ya lo habré comentado en alguno de mis post.

Soy de las personas que no podrían vivir sin la música. Me despierto con ella, voy al baño con ella, en muchas ocasiones, durante mis paseos o traslados de un sitio a otro, me encuentro ensimismada en mis pensamientos, que giran en torno a la melodía que estoy escuchando....

 

    La música me ayuda a sobrellevar un mal día, sí, esos días en los que ni tu cuerpo ni tu mente dan para más, esos días que se repiten más veces de lo que querríamos. Otros días, fascinada, me doy cuenta de cómo una canción, por muy tonta o banal que sea, me impulsa y me da el punto de energía que necesito.,, porque escucho de todo un poco y, siempre me sorprendo con la música que me ayuda a continuar, desde una lenta y tranquila banda sonora hasta una de Bon Jovi, uno de mis grupos favoritos, por poner un ejemplo.

 

 

    ¿Y porqué te cuento esto, cuando debería de estar explicándote una de las recetas de galletas, que se ha convertido en una de mis favoritas, la cuál, ya he repetido y ha gustado entre diferentes amigos? Pues, simplemente porque desde su estreno, llevo escuchando en bucle el nuevo single de Pablo López, "El Patio", el cuál, no sé cómo lo hace pero, siempre consigue traspasar mi súper caparazón y va directo a mi corazón, me cala por dentro y me deja una sensación, emoción indescriptible, aunque, como dice mi hermana, a veces, no entienda realmente lo que quiere decir en sus letras.

    Desde mi humilde rincón sólo quiero darle las gracias por hacernos sentir y conseguir que viajemos a mundos imaginarios que nos ayudan a seguir, pase lo que pase, con nuestro día a día. Y a ti que me lees, si aún no conoces a este músico maravilloso, te invito a buscarlo y a disfrutar de sus canciones, las cuáles, no te dejaran indiferentes, te lo aseguro.

 

     Y ahora sí que paso a explicarte una receta de galletas ideal para los adictos a la canela, como yo. Es del libro de Anna Olson, el cuál, te recomiendo al 100% y en la que sólo cambié el tipo de azúcar y le añadí dos cucharadas de canela molida que la receta original no lleva. Espero que te guste tanto como a mi y a mis amigos. ;-)

 

Ingredientes (receta de Anna Olson):

• 1 taza (250 gr.) de Azúcar Blanca (en mi caso, la sustituí por Panela).
• 1 taza (250 gr.) de Mantequilla Sin Sal, ablandada, pero aún fría. 
• 2 Huevos M, sacados directamente de la nevera.
• 1 Cucharadita (5 ml.) de Vainilla.
• 2 tazas y 1/2 (625 gr.) de Harina de Trigo.
• 1 Cucharadita (5 gr.) de Cremor tártaro.
• 2 Cucharadas (30 gr.) de Canela Molida.
• 1/2 (2 gr.) Cucharadita de Sal.
• 1/2 Taza (125 gr.) aproximadamente, de Azúcar blanca.
• 1 Cucharadita (5 gr.) de Canela molida.

Preparación:

1. Comienzas mezclando los huevos con el azúcar y una pizca de sal. Bates hasta que se integren bien.
2. Le añades la mantequilla  y la vainilla, y esperas a que se mezcle.
3. Es el momento en el que viertes la harina tamizada junto con el crémor tártaro y la canela molida y bates hasta conseguir una masa uniforme y lisa.
4. Haces una bola con la masa, la cubres con papel film y dejas que repose en la nevera, en mi caso, dejo que repose una hora, al menos, pero Anna no lo especifica, si quieres, puedes formar las bolas directamente, eso sí, la masa queda un poco pegajosa, por lo que yo recomiendo que repose.
5. Tras el tiempo en la nevera, con la ayuda de una cuchara, coges porciones de la masa y formas unas bolitas como se aprecia en la foto.
6. Cuando formas las bolas, es el momento de preparar la mezcla de la 1/2 taza de azúcar blanca y canela, por las que las rebosarás.
7. Precalientas el horno a 175 grados. Colocas las bolas, separadas, porque crecerán, y las escachas un poco, como puedes ver en la foto.
8. Las horneas durante 12-14 minutos. Dejas que se enfríen unos segundos en la bandeja y las terminas de enfriar en una rejilla, con mucho cuidado en el traslado de la bandeja a la rejilla, porque son muy delicadas, et Voilà!! Listas para devorarlas. Se conservan en un recipiente hermético hasta tres semanas.

    Soy una apasionada de la canela y de las galletas, así que ya te puedes imaginar lo mucho que me gustó esta receta, una combinación perfecta. Un bocado delicado, crujiente por fuera y abizcochonado en su interior que te quitará el sentido y, como dice un buen amigo, mojadas en la leche ya te roban el corazón, jejeje. Te deseo un gran día y que nunca dejes de sonreír y de disfrutar con todo lo que haces. Besos. MJ.