Sí, lo sé, han pasado dos semanas o más, (porque en algunos blog están felicitando la Pascua desde la Cuaresma o antes), desde que la red, concretamente el mundo reposteril, se llenó de felicitaciones a através de creaciones dulces espectaculares, curiosas, otras no tanto....por la Pascua de Resurrección, pero, aunque por una vez llegué a felicitar el lunes de Pascua a mis seguidores del facebook, entre el trabajo, los encargos y demás, no he podido hacer lo propio en el blog hasta hoy.
Aunque parezca tarde para este post porque ya tendría que estar escribiendo sobre el día de la Madre, sobre comuniones...no lo es, ya que la Pascua de Resurrección dura 50 días, así que, para mi consuelo, aún puedo decir: ¡¡¡¡Feliz Pascua!!!! ;-)
Siempre he tenido una duda existencial, ya que, si lo que celebramos, seamos católicos o no, es la Pascua, porque muchos no pisan una iglesia en la vida pero celebran este día a lo grande con decoraciones, dulces...olvidando muchas veces el verdadero sentido de este día, el más importante tras la semana de pasión para los creyentes, ya que se celebra que Jesús ha resucitado tras tres días muerto y tras el sufrimiento que pasó por la humanidad.
Dejando la parte de si crees o no en su palabra, en su persona y hechos, siempre he pensado el porqué todas las decoraciones, creaciones dulces y demás que se hacen para conmemorar este período, no tienen que ver con este hecho en concreto, si no que se ha extendido la tradición de hacer huevos, conejos, pollitos...dejando de lado ese momento crucial para muchos.
Esta tradición de intercambiar huevos, vienen de muy lejos, pero, aunque he buscado su origen y demás, no lo acabo de relacionar con la resurrección en sí, pero bueno, esas son esas dudas existenciales que siempre llevaré conmigo y que, para no desentonar, jaja, este año me he querido sumar al carro de los conejitos, pollitos y huevos con estas nubes caseras acorde con esta temática.
Soy seguidora de un blog que siempre me sorprende con sus recetas, con sus presentaciones... La Receta de la Felicidad , que hace poco tiempo ha editado un libro donde puedes tener a manos sus recetas más importantes.
Sin duda, es un blog que recomiendo por su calidad, sencillez...Aprovecho desde aquí para darte las gracias Sandra por darnos tantas ideas dulces.
Justo de ahí saqué la idea de hacer estas nubes caseras, muy sencillas, rápidas y, como dice Sandra, sin ingredientes raros, con las que podrás deleitar a los tuyos en cualquier ocasión.
Siempre había querido hacerlas, pero he de reconocer que, no sé porqué, me daba pereza. Al darle vueltas en qué hacer para felicitarte la Pascua y al no tener a penas tiempo para hacer algo mucho más elaborado, al ver el último post de Sandra donde compartió esta receta y esta idea tan original de cortar las nubes con el cortador que prefieras, según el evento, y pintarlas con rotuladores de tinta comestible, ni me lo pensé y me puse a ello.
Y he de reconocer que, pese a mis dudas, superé la prueba a la primera y con creces, jeje. Cosa que me congratula, jajaja. Eso sí, el sabor a vainilla,pese a que gustaron mucho, personalmente, no me terminó de convencer, así que, para la próxima, me dieron la idea de ponerle aroma de Marshmallow...pero eso es al gusto, cada uno le hecha el sabor que más le guste y que le vaya con la nube.
Triunfarás, sin duda con esta receta tan sencilla y que le da una textura de las nubes que estamos acostumbrados a comer, esos sí, al mezclar los ingredientes con la gelatina, ten cuidado con la batidora, porque es una poco rebelde y te puede salpicar...es pegajosa...pero quedan....ummmmm.
Me dejo de rollos y te paso a dictar los ingredientes, la cantidad de nubes dependerá del cortador que utilices.
- 250 ml. de Agua.
- 20 gr. de Gelatina Neutro en Polvo (2 Sobres) o 12 Láminas. (Yo utilicé las 12 láminas).
- 1 Vaina de Vainilla o Vainilla en Pasta, Aroma...(Yo utilicé la Vaina). (Lo puedes sustituir por cualquier otro aroma o zumo, es al gusto).
- 400gr. de Azúcar.
Para rebozar las nubes: Mezclas a partes iguales la maizena y el azúcar glass.
Preparación:
- Hidratas la gelatina en 125 ml. de agua, unos cinco minutos, mientras, llevas a ebullición el azúcar, la vaina de vainilla y los otros 125 ml. de agua. Apartas del fuego y lo mezclas con la gelatina hidratada (agua incluída) y, sin parar de remover, lo llevas de nuevo a ebullición.
- Retiras la vaina de vainilla, la abres y viertes sus semillas en la mezcla, remueves y, con la ayuda de una espumadera, retiras la espuma blanca que forma la gelatina.
- Dejas reposar hasta que se temple, al menos, una hora.
- Cuando la mezcla esté templada, bates la mezcla, unos 10 minutos a velocidad máxima hasta que blanquee, con cuidado, ya que la mezcla es pegajosa y se rebela.
- Viertes la mezcla sobre una bandeja de horno engrasada o, en mi caso, cubierta con un papel de horno, la extiendes e igualas y le espolvoreas la mezcla de azúcar glass y maizena.
- Dejas reposar unos 11 horas, en mi caso, toda la noche.
- Cortas con el cortador deseado, la rebosa en la mezcla para rebosar y la pintas al gusto.
Et...Voilà!!! Ya están listas unas originales y ricas nubes con las que sorprenderás a los tuyos y disfrutarás, sin duda.
No dejes de hacerlas y de compartirlas, ya sea por el facebook o por el blog.
Saludos. Hasta muy pronto.
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